Sección Femenina. ¨El niño mirará al mundo, la niña mirará al hogar¨

“En esta hora no quiero olvidar a la admirable mujer española que supo conducir a sus hijos hacia la lucha y la muerte, hasta el punto de que no sé qué es más sublime en esta gesta, si el hijo que cae o la madre heroica y sublime que lo empujó hacia la gloria.” Palabras del Caudillo citadas en “Escritos, discursos y circulares”. Sección Femenina de FET y JONS. Madrid, 1943. 
La historia ha evidenciado que cualquier régimen totalitario, autoritario o fascista,debe apoyarse en una base social, donde es crucial la familia, como pieza clave en una sociedad jerarquizada, y por tanto, los nuevos valores que se atribuirán a la  figura de la mujer. Tanto Mussolini, Hitler, José Antonio, y Franco, reescribieron un discurso de feminización dentro de la política del régimen  para ganarse el apoyo de las mujeres. Ellas eran las madres de la patria. Este discurso vendría siempre marcado por una vuelta de los valores tradicionales, donde la mujer quedaba ligada a las tareas domésticas, y ensalzada por su faceta como madre.

La instauración de la dictadura franquista destruyó todos los logros y conquistas que había alcanzado la Segunda República en materia de género. La situación económica y el peso de la Iglesia Católica facilitaron al nuevo régimen, ilegítimo, articular una política que definiera el papel que la mujer debía, y tenía, dentro de la sociedad. El Franquismo frenaba las conquistas femeninas del período de entreguerras arguyendo un discurso antifeminista, en el cual, la mujer se percibía como un ser inferior al hombre, pretexto que utilizaban para relegar a la mujer a las tareas del hogar. De ahí, el ensalzamiento de la figura de la mujer como madre y esposa.
Uno de los pilares claves dentro de la maquinaria del franquismo fue la Sección Femenina nacida en 1934 como rama femenina de Falange Española, y, dirigida desde sus comienzos hasta su disolución, por Pilar Primo de Rivera, hermana de José Antonio, fundador del partido. Este grupo asumió y dirigió los trabajos asistenciales a los presos del Partido o de las familias de los caídos en las luchas callejeras, entre estudiantes socialistas y falangistas. La Sección Femenina, no obstante, encontrará tras el estallido de la guerra una verdadera razón de ser.

La importancia de los servicios prestados por la Sección Femenina durante la guerra, y la necesidad de una organización que controlara y fuera definiendo a la mujer española para el régimen franquista hacen que el 27 de julio de 1939 Franco encargue a la Sección Femenina de la FET la formación de las mujeres españolas. A partir de ese momento, la Sección Femenina pasa de ser sección de un partido a órgano burocrático del Estado. El objetivo no es otro que la mujer se convierta en el máximo estandarte dentro de la familia, y entendiendo la familia como célula imprescindible para el régimen.
El objetivo, marcado por la religión y bajo las directrices del partido, no era otro que potenciar el papel de la mujer como madre y como perfecta ángel de los quehaceres domésticos. Durante los años siguientes, que corresponden a los años del terror, el número de afiliación dentro de la Sección Femenina irá incrementándose. La mujer debía de ser abnegada y callada, debían pasar desapercibidas en la vida pública del país, ya que la máxima de las mujeres quedaba relegada a las fronteras del hogar. 
En los años 60 la Sección Femenina no concuerda con la evolución económica del país, lo que provocará el paulatino arrinconamiento de dicho organismo dentro de la dictadura hasta su total disolución tras la muerte del dictador. A pesar de su desaparición el ideario de la Sección Femenina caló en la sociedad, tanto en hombres como mujeres, de ahí, que la mujer emprendiese desde los albores de la democracia una lucha constante hacia una situación de igualdad dentro de la sociedad. Sin embargo, y como observamos a día de hoy, desgraciadamente, la mujer no vive en las mismas condiciones de igualdad que los hombres.

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